Category: Organizaciones y movimientos


PREÁMBULO
NOSOTROS LOS PUEBLOS DE LAS NACIONES UNIDAS RESUELTOS
* a preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra que dos veces durante nuestra vida ha infligido a la Humanidad sufrimientos indecibles,
* a reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, en 1a dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres y de las naciones grandes y pequeñas,
* a crear condiciones bajo las cuales puedan mantenerse la justicia y el respeto a las obligaciones emanadas de los tratados y de otras fuentes del derecho internacional,
* a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad,
Y CON TALES FINALIDADES
* a practicar la tolerancia y a convivir en paz como buenos vecinos,
* a unir nuestras fuerzas para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales,
* a asegurar, mediante la aceptación de principios y la adopción de métodos, que no se usará; la fuerza armada sino en servicio del interés común, y
* a emplear un mecanismo internacional para promover el progreso económico y social de todos los pueblos,
HEMOS DECIDIDO UNIR NUESTROS ESFUERZOS PARA REALIZAR ESTOS DESIGNIOS
Por lo tanto, nuestros respectivos Gobiernos, por medio de representantes reunidos en la ciudad de San Francisco que han exhibido sus plenos poderes, encontrados en buena y debida forma, han convenido en la presente Carta de las Naciones Unidas, y por este acto establecen una organización internacional que se denominará las Naciones Unidas.

image Es el año 1991. En este futuro alternativo, perros y gatos han desaparecido de la faz de la Tierra hace 8 años a causa de un virus desconocido. Los seres humanos han adoptado a los simios como mascotas, y su extrema facilidad para aprender los ha hecho evolucionar, siendo adiestrados para realizar tareas complejas. Pero en vez de ser ayudantes de las tareas humanas, con el paso del tiempo se han transformado en verdaderos esclavos. La humanidad también ha cambiado: ahora Norteamérica está regida por un gobierno autoritario que poda las libertades civiles y vive en permanente estado de alerta. Es que ya han pasado 20 años desde que Cornelius y Zira llegaran a la Tierra desde el futuro en la nave espacial de Taylor, y profetizaran un mundo dominado por los simios. Ellos fueron asesinados pero su hijo ha crecido bajo el cuidado de Armando, el compasivo dueño de un circo. Pero cuando Armando y el simio parlante llegan a la ciudad, sólo ven violencia extrema aplicada a los primates, lo que motiva la protesta del simio en voz alta. Su identidad secreta (la que celosamente guardaba Armando todos estos años)queda revelada, y se desata una búsqueda implacable del simio parlante. Este logra huir y se infiltra en un cargamento de simios recién llegado para adiestramiento. Pero Armando es apresado y sometido a extremos interrogatorios; en uno de ellos intenta escapar y perece. El simio se entera y en su furia comienza a una revolución.

I. CONSIDERACIONES INTRODUCTORIAS: APROXIMACIÓN A LA CARTA SOCIAL EUROPEA. II. CARACTERIZACIÓN Y ALCANCE DE LOS PODERES DEL COMITÉ EUROPEO DE DERECHOS SOCIALES. III. CONTRIBUCIÓN DEL COMITÉ EUROPEO AL PROGRESO DE LOS DERECHOS SOCIALES.

IV. LA TAREA ESPECÍFICA DEL COMITÉ EUROPEO EN ÁMBITOS SOCIALES IMPORTANTES:

1. El empleo.

2. La protección social.

3. La pobreza y la precariedad.

V. REFLEXIONES FINALES.

I. CONSIDERACIONES INTRODUCTORIAS: APROXIMACIÓN A LA CARTA SOCIAL EUROPEA

La Carta Social del Consejo de Europa1 constituye, sin lugar a dudas, el instrumento internacional que contiene el más completo catálogo de derechos sociales —en sentido amplio—. La Carta original, firmada en 1961 y entrada en vigor el 26 de febrero de 1965, se componía
de un preámbulo, 19 puntos (parte I) y 38 artículos agrupados en cuatro partes (II a V) —únicamente la parte II, esto es los artículos 1 a 19, se refería a los derechos garantizados—, así como de un anexo. La Carta revisada, firmada en Estrasburgo el 3 de mayo de 1996, entró en vigor en
1999; se compone igualmente de un preámbulo, 31 puntos (parte I) y 48 artículos (31 artículos numerados del 1 al 31, y 14 numerados de la A a la O) que constituyen sus partes II a V, así como —nuevamente— de un anexo que precisa el alcance de los diversos artículos. Las principales
innovaciones introducidas por la Carta revisada se refieren:

— Al derecho a la igualdad de oportunidades y de trato en materia de empleo y de profesión, sin discriminación por razón del sexo (nuevo artículo 20), y al derecho de los trabajadores que tengan responsabilidades familiares a una igualdad de trato (nuevo artículo 27);

— A diversos derechos que atañen a las relaciones laborales, como son el derecho a la información y a la consulta (nuevo artículo 21); el derecho a participar en la determinación y en la mejora de las condiciones de trabajo (nuevo artículo 22); el derecho a la protección en caso de despido (nuevo artículo 24); el derecho a la protección de los haberes en caso de insolvencia del empleador (nuevo artículo 25); el derecho a la dignidad en el trabajo (nuevo artículo 26); el derecho de los representantes de los trabajadores a una protección y a facilidades en la empresa (nuevo artículo 28); y el derecho a la información y consulta en los procedimientos de despido colectivo (nuevo artículo 29);

— El derecho a la protección contra la pobreza y la exclusión social (nuevo artículo 30);

— El derecho a la vivienda (nuevo artículo 31).

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Es posible que el problema de la pobreza no sea, en realidad, un problema de distribución, sino un problema de expectativas… expectativas de riqueza:

Por eso resulta obsceno, dañino para la conciencia, ver por un lado lujos alrededor ( mansiones, vehículos, yates, …) y por otro lado la mayoría con penurias para comer bien todos los días ( empleo estable y de calidad), y tener una vivienda, si no no puede haber, una vida digna.

Pero ¿ quien le pone el cascabel al gato?

Quien se atreve a cambiar los hábitos de vida, a no especular, a no hacer publicidad consumista.

Máxime cuando se asocia el status social no a los valores humanos sino al “tanto tienes, tanto vales” en un alarde de incoherencia imperativa.

Además, estamos en un maremágnum de desinformación, pues información hay y en exceso, pero no de calidad, de contenido válido, lo que interesa, no solo a los poderes políticos, sino especialmente a los poderes económicos:

“Cuanto peor, mejor" ( para ellos).

Patch Adams con las víctimas del tsunami, en 1995.

Patch Adams con las víctimas del tsunami, en 1995.

Personaje

Los consejos de Patch Adams

Hunter (Patch) Adams es un médico diferente. No sólo es payaso sino que cree que «curar puede ser un intercambio de amor y no una transacción económica».

En 1963, después de que se suicidara su tío, la madre de Patch le llevó a un hospital psiquiátrico porque también él había tratado de suicidarse. Se encontró en la misma habitación con Rudy, un hombre que sufría alucinaciones y tenía miedo de las ardillas. En lugar de ignorarle, o gritarle para que se callara, Patch decidió jugar con Rudy y pasarlo bien. Logró que Rudy dejara de tener miedo.
Patch descubrió así que era muy fácil relacionarse con cualquiera. Poco después, se fue del hospital y se matriculó en la Universidad de George Washington. Muchas noches, solía pasar su tiempo entre barrotes, averiguando por qué la gente estaba encarcelada. Y así se convirtió también en un manifestante político y en un "objetor concienzudo" de la Guerra de Vietnam. Hoy sigue siendo un activista social. Lucha contra la política de Bush, contra el consumismo,… «Es humillante que una persona que da patadas a un balón gane más que un profesor de colegio», dice Adams.
En su época de estudiante de medicina, Patch empezó a soñar con un lugar donde los pacientes pudiesen ir a curarse sin tener que pagar, un lugar amistoso, alegre, donde nadie temiese estar, no como en los hospitales, que asustan a muchas personas. Patch estudió Medicina para usarla como herramienta de cambio social.
Estaba convencido de que la salud de una persona no se puede separar de la salud de la familia, de la comunidad y del mundo. Y, como consecuencia de esas creencias, Patch Adams y unos amigos fundaron el Gesundheit! Institute, que funcionó como un hospital de comunidad durante 12 años. Más tarde, tuvo dos hijos: el mayor se llama Atomic Zagnut, que nació en 1975, y Lars Zig, que nació en 1989.
Hoy, Patch Adams recoge donativos para el Gesundheit! Se ha convertido en un conferenciante muy solicitado (ver vídeo), y todo el dinero que consigue por las conferencias (unos 11.000 euros), se invierte en Gesundheit! A cambio, Gesundheit! le paga un sueldo de unos 45.000 euros al año.
También organiza cada año viajes alrededor del mundo con grupos de payasos voluntarios que llevan esperanza, alegría y el juego a huérfanos, pacientes y personas.
Su vida es el tema de la película Patch Adams, interpretada por Robin Williams.

Patch te ofrece unas preguntas. «Toma 10 y llámame por la mañana»:
1. Recoge la basura que encuentres en una zona de tu ciudad; y vigílala. Cuenta lo que has hecho.
2. Sé amable con todos a todas horas. De forma exagerada.
3. Ofrece tu hombro o un masaje de pies en cualquier ambiente.
4. Manifiéstate en favor de la justicia, sin importar lo que cueste.
5. Ve una vez a la semana a una residencia de ancianos a visitar personas, como si fuesen tus amigos.
6. Apaga la tele y conviértete en alguien interesante. Actúa.
7. Considera ser tonto en público. Canta en voz alta. Lleva ropa divertida.
8. Improvisa encuentros informales con vecinos, compañeros de trabajo, extraños, en los que cada uno traiga algo. Trabaja para vivir en familias ampliadas.
10. Pasa tus vacaciones en tu propia ciudad y gasta el dinero en trabajar en proyectos que ayuden a construir tu comunidad.

Contramano


Martín De Grazia.

Para la historia del movimiento homosexual en la Argentina, Contramano es algo más que una disco que detenta el record comercial de haber superado las dos décadas de permanencia. De quien era su dueño también puede afirmarse algo análogo: desde la vuelta de la democracia hasta la fecha de su muerte, 7 de septiembre de 2008, José Luis Delfino supo ser algo más que un duradero hombre de negocios de la noche gay porteña. En exclusivo, compartimos una entrevista realizada un mes antes de su muerte por Martín De Grazia*

Alfonsín asumió el 10 de diciembre del 83 y nosotros abrimos el 17 de febrero del 84.

– ¿Qué hacías antes de Contramano?

– Soy contador público. En el momento que abrí el negocio era el subcontador de ATC (N de R: Argentina Televisora Color, hoy canal 7). Yo tenía que viajar mucho, y uno sabía que existían los saunas y estos boliches en Europa y en Estados Unidos. Yo en estos viajes los conocí y se me puso en la cabeza que este tipo de negocio tendría que estar en Buenos Aires, porque Buenos Aires es una ciudad gay. Para mí ya lo era 25 años atrás, por experiencia personal, claro. La gente se socializaba en la calle, nada más. Aunque eran otras épocas: vos hace 25 años conocías a alguien en Constitución, lo llevabas a tu casa, dormía con vos y a la mañana te servía mate. Hoy te acuchillan en cuanto bajas las escaleras de Constitución. Pero, entonces, era así, no había lugares. Había sí algunos que se abrían, se cerraban, o la policía los acosaba y la gente dejaba de ir. Entonces, yo me lo planteé en un primer momento como un negocio. Y la idea era: yo invertía el dinero y un socio trabajaba el local. Yo no tenía mucho dinero, pero estaba en condiciones de invertir en un boliche en ese momento. Estuve dudando, porque era ahorros que tenía, la única plata que tenía: no vengo de familia rica, laburo desde los catorce años. Cuando nosotros abrimos, yo fui a arreglar con la policía, obviamente, porque me correspondía hacerlo…

– Porque de lo contrario el boliche no iba a durar ni dos días.

– La historia es que la policía son varias en Buenos Aires: está el circuito de las comisarías, el de seguridad personal que antes se llamaba Moralidad; después: drogas, menores, etc. Y todos quieren su parte en el juego y en la repartija. Entonces, al asumir Alfonsín, el adalid de los derechos humanos, creíamos que se iban a terminar las razzias, el levantamiento de gente en la calle. Podía uno abrir un boliche gay… Y eso fue toda fantasía mía, porque el esqueleto policial de la dictadura quedó firme, es decir, quedó la misma cúpula. Abrí un viernes, el domingo vino el subcomisario, el lunes arreglo con él, y el miércoles empezaron las razzias de Moralidad. En ese momento abríamos todos los días y se llenaba el local. Y empezaron los problemas. Venía Moralidad y se llevaba gente a diestra y siniestra. Hasta hace poco, yo hacía una estadística de cada día que venían y cuántos se llevaban. A mí me agarraba una indignación muy grande, más allá de que me estaban afectando el negocio, así que decidí acompañar a la gente que se llevaban en cana. Hablaba por teléfono con mi abogado y el tipo iba allá: él me facturaba como un taxímetro. Pero junto con eso empecé a tener una especie de conciencia política que nunca había tenido.

– ¿Antes no había habido activismo de ningún tipo? 

– No. Soy de La Plata. Y estudié en la Universidad  Mis amistades básicas se hicieron allá Y yo estaba en el closet, como se dice ahora. No divulgaba que era gay, pero en La Plata salía a la noche, tenía mis amigos gays, que la mayoría era toda gente del interior. Lo que pasaba que venían se alquilaban casas y había cinco en una habitación… Después se producía una especie de mutación: se iba y venía un gay. Entonces, había un montón de casas que eran gay. Vos tocabas el timbre: los encontrabas comiendo, durmiendo o cogiendo. La vida fue así mientras que yo estuve allá, cuando vine acá yo seguí siendo contador. Cuando me asocio con un jovencito, yo seguía en ATC . ¿Qué pasaba con este chico? Primero, eligió el personal entre toda gente que no era gay porque le gustaban los chongos. No sabés cómo lo afanaban: no hay placer más grande para un chongo que robarle a un puto. Segundo, si a las dos de la mañana se hacía un levante se iba y dejaba el negocio a merced de esta gente. Entonces, empecé a ir con más frecuencia y terminé quedándome. Renuncié al trabajo y me dediqué al negocio a pleno. En estos interines, se daba que había que defenderse, armar alguna agrupación para hacer frente a esta arbitrariedad. Yo tuve reuniones con los boliches, porque después que abrí, enseguida empezaron a aparecer otros bolichitos. Inclusive algunos que no eran gays, pero que eran frecuentados, como era Viejos Tiempos, que estaba atrás de Obras Sanitarias, sería Ayacucho y Viamonte. Iba la policía y paraba el 60, que pasaba por ahí, y hacía bajar a todos los pasajeros y subía a toda la gente del local. Y al departamento de policía. Entonces, la idea era hacer un frente con los boliches gays, en defensa del derecho de ejercicio de comercio, etc. Todo el mundo se lavó las manos. En una segunda reunión, en la que íbamos a estructurar esto, no fue nadie.

– En su libro, Carlos Jáuregui cuenta que, a raíz de una razzia en un bar llamado Balvanera, ex miembros de una Coordinadora de Grupos Gay convocan a una asamblea en Contramano para tratar el tema. Se forma una agrupación que luche por la defensa de los derechos de los homosexuales

– El acta fundacional de CHA se redactó en Contramano, en la reunión en que se intercambiaron ideas sobre cuál eran las estrategias a seguir: publicar solicitadas, pedir audiencia al Ministerio del Interior… Se discute todo eso y se decide conformar una comisión directiva. La CHA surgió en esa misma reunión como nombre. Yo sugerí Comunidad Homosexual Argentina. Eso se votó y se aprobó. A partir de ahí había gente que tenía militancia, tenía más experiencia que yo. Yo fui el primer tesorero de la CHA y vicetesorero era mi socio. De ahí empezaron a armarse folletos, juntar guita para hacer cosas. Se armó una estructura de grupos que oficiaban individualmente y después mandaban un delegado a una reunión central. Y políticamente me fui formando. Así, lo conocí a Carlos Jáuregui. 

– ¿Qué papel jugó Carlos en esta historia de las razzias a los boliches gays?

– En varias oportunidades, Carlos me acompañó al departamento de policía por esta historia de las redadas. Y en una oportunidad, vino la policía y él se puso al frente y dijo que o los llevaban a todos o no llevaban a nadie.

– Te referís a la famosa razzia del 85 en Contramano. 

– Sí. Tengo un recuerdo muy vívido de esa redada policial. Fue la actitud de él: de enfrentamiento casi inconsciente, de pararse delante del que estaba haciendo el operativo, que no dio bolilla al principio. Y seguirlo y decirle: »Ud. no se lleva a nadie de acá». Y empezó a cantar el himno, y toda la gente lo siguió. Les importó un carajo, porque la redada la hicieron igual. Se llevaron bastante gente.

– ¿Carlos frecuentaba Contramano? 

– Él venía casi todas las noches: era habitué. Quizás había una temporada que desaparecía. Pero, en algún momento de la noche él llegaba al boliche. Mi trato pasaba por esto: charlar, me comentaba lo que estaban haciendo. Cuando se partió la CHA, yo me borré porque quería tener buenas relaciones con unos y con otros. No quería ser parte de la interna. Pero seguí estando al lado de ellos de la forma que podía en esos momentos, ayudándolos econonómicamente. Y con Gays DC también colaboré. 

– Colaboraste económicamente desde el comienzo

– Para solventar una solicitada o panfletear a veces hacía falta guita. Yo, en la medida que pude, siempre colaboré. Nadie de la CHA estaba cobrando sueldos en aquella época. Se hacían colectas en el local: venían chicos con unas latas de galletitas y la gente ponía plata. Al principio, la Asociación se había planteado como paga una colaboración –de lo cual se hacían responsables los grupos– que era, ponele, dos pesos, nada. Como tesorero,  hacía la lista: »falta esto, tendríamos que haber recaudado tanto, pero no se recaudó nada». 

– ¿Cómo recordás al Carlos de esa época?

– Fundamentalmente, como un ser humano. Yo no mistifico su figura. Nunca quise tampoco transformarme en una viuda de él (porque está lleno de viudas de Carlos). Era un tipo franco, a veces era muy divertido. Era alguien que estaba muy comprometido con la causa; él no tenía problemas en salir a la calle o en los medios. Y además era provocador, porque le preguntaban: »Usted se considera gay», y el respondía: »No, no soy gay, soy puto». Con lo cual le quitás todos los argumentos despectivos al interlocutor y lo dejás tambaleando. En el primer piso de nuestro negocio hay una foto de él, que es la única que hay de Carlos Jáuregui sin anteojos. Las nuevas generaciones a veces me preguntan »¿y ése de la fotografía quién es?». Era Carlos Jáuregui, el fundador de la CHA. 

– ¿Qué pensás que quedó de su activismo?

– Que mucha gente del ambiente tomó conciencia de que había que hacerse valer, de que el closet no sirve y que hay que luchar para obtener la igualdad.

– Carlos luchó mucho por la inclusión de la orientación sexual en la ley de antidiscriminación. Luego de muerto se logró ingresar en la nueva legislación de la Ciudad de Buenos Aires. ¿Disminuyó la represión policial en los boliches gays desde entonces?

– Sí, eso seguro. Por ahí no fue un click de un día para el otro, pero sí como que las cosas fueron aflojando. La gente no tiene tanto miedo.

– José Luis, muchas gracias por este testimonio.

– Espero que te haya servido. Son muchos años…


*Esta entrevista pertenece a una extensa serie de testimonios recogidos por Mabel Bellucci y Martín De Grazia para un libro que están escribiendo sobre la vida de Carlos Jáuregui.